DIVAGANDO.
¡Oh! nocturnidad del ser
donde la luz irradia propia,
donde la realidad se refleja en tí,
y sin ti…, la oscuridad del no-ser.
Tu ser acontece ante la oscuridad,
iluminando toda la realidad.
Tu ser emana jazmines y damas de noche,
olores y luces celestes, ¡todo derroche!
Iluminando la oscura noche
duro trabajo el tuyo,
empero, presto y servil,
irradiando incesantemente brillo
nocturno: blanco, amarillo y añil.
El brillo de la luna con tu ser recoge
agitando al darse ver, un añil vivo
destellando brillos faciales percibo
en tu rostro sereno un amor divino.
Jorge Vidal.
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